La capital mallorquina está más viva que nunca gracias, en parte, al boom de los hoteles boutique, que hoy ocupan antiguos palacios en la zona antigua. Lo que hace varios siglos eran viviendas de familias nobles de Palma se han transformado hoy en templos del lujo exclusivo y discreto.
Gracias a esta apuesta, Palma está atrayendo a un tipo de turismo distinguido, que busca el lado más urbanita, artístico y gastronómico de la isla. Y vaya que si lo encuentra. El distrito histórico de la capital mallorquina es una mezcla perfecta de galerías de arte, restaurantes de renombre y un sinfín de aperturas que le hacen estar en constante ebullición.
No se nos ocurre mejor manera de descubrir cómo late el corazón de Palma que desde alguno de estos diez hoteles boutique. Aunque quizá debas planear varias escapadas a la capilar balear, porque lo difícil es quedarse solo con uno.
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